LOS ALUMNOS NICOLÁS ROJO Y MARÍA GARCÍA ACUDIERON CON SUS COMPAÑEROS A RECOGER EL RECONOCIMIENTO A SUS REDACCIONES

La buena labor realizada por Miguel Mañara en el siglo XVII aún sigue sorprendiendo. Su afán por ayudar a los pobres hasta el límite ha llevado a los alumnos Nicolás Rojo, de sexto curso, y María García, de tercero de primaria del Colegio Saint Mary´s School, a realizar unas redacciones que han resultado ganadoras del concurso literario Miguel Mañara impulsado por nuestra Hermandad. Los niños acudieron al Hospital de la Caridad, junto con sus profesores y compañeros, a recoger los premios en reconocimiento al trabajo realizado.

El hermano mayor de La Caridad, José Luis Olivares, los animó a que siguieran profundizando en la figura de Mañara, nombrado venerable en respuesta a una labor tan importante que aún hoy permite a más de ochenta mayores sin recursos vivir con cuidados y asistencia en el hospital acondicionado en su día por Miguel Mañara.

El consiliario de la Junta de Beatificación, Eduardo del Rey, les insistió en la importancia de dar a conocer a una persona que ha dejado una huella muy profunda en Sevilla, hasta el punto de transformar por completo el edificio y convertirlo en hospital para atender a personas que no podían costearse la asistencia sanitaria.

 INSPIRACIÓN

 Para Nicolás Rojo  es su primer premio, y está muy contento porque la redacción que presentó al concurso fue el resultado de sus vivencias tras una visita al Hospital de la Caridad con su padre. “Tenía que hacer la redacción y me documenté sobre la figura de Miguel Mañara, pero mi padre me quiso llevar para que comprobara por mí mismo todo lo que había hecho. Sus explicaciones fueron importante para que conociera mejor lo mucho que había aportado”.

María García ya ha ganado algún premio literario con anterioridad, en concreto el concurso de Navidad de su Colegio del año pasado, en el que consiguió que su redacción resultara  premiada. A la pregunta de cómo elaboró el texto, contesta con mucho desparpajo: “Me inspiré en que Miguel Mañara ayudaba mucho a los pobres. A mí también me gusta ayudar, y empecé a pensar en todo lo que a mí me gustaría hacer para ellos. Y me puse a escribir”.

Tras el bonito acto, los niños visitaron el Belén Napolitano, que data del siglo XVIII y es cedido para su exposición por el sacerdote italiano Giovanni Lanzafame Di Bartolo.