Se trata de una escultura atribuida al círculo de Pedro Roldán y por lo tanto a la Escuela Sevillana y se data a finales del siglo XVII. La obra presentaba un pésimo estado de conservación, destacando en su deterioro, la fractura del brazo izquierdo de San José, así como parte de los dedos del Niño Jesús, además de grietas y oscurecimiento de la encarnadura debido a la humedad y el paso del tiempo. La restauración es del taller de Dª Almudena Fernández García y D. José Joaquín Fijo León. La restauración ha sido posible gracias a la generosidad de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales que se ha hecho cargo de todos los gastos.